La primera de las funciones de la farmacia es la dispensación de los medicamentos y productos sanitarios a las personas que los necesitan para conservar y recuperar su salud.
Una correcta dispensación supone una evaluación individual por parte del profesional farmacéutico para que cada paciente reciba y utilice los medicamentos:
- De forma adaptada a sus necesidades clínicas.
- En las dosis precisas según sus requerimientos individuales.
- Durante el periodo de tiempo adecuado.
- Con la información para su correcto uso.
- De acuerdo con la normativa vigente.
Además de los medicamentos y productos sanitarios las farmacias dispensan productos de dermofarmacia y nutrición asesorando a los usuarios en la selección de los más adecuados a sus necesidades y aportando el consejo como profesional sanitario sobre su correcta utilización.